lunes, 22 de diciembre de 2014

Evaluación productiva.

A partir del libro de Lowenfeld: "El desarrollo de la capacidad creadora" voy a extraer una serie de ideas para que el alumno pueda desarrollar todo su potencial creativo.
Es importante saber ver, saber hacer y saber crear; es necesario fomentar los procesos de interiorización: se trata de tomar conciencia de las sensaciones, percepciones... al reflexionar sobre ello, tienes algo que expresar, proyectamos lo que queremos comunicar a través de nuestra obra: es un ensayo constante, se trata de un uso creativo de las técnicas.
 Los niños no tienen miedo a equivocarse, les gusta experimentar con los materiales, crear  y plasmar todas sus experiencias visuales, emotivas y sensoriales. El rol del maestro, consiste en ayudar a potenciar al máximo las posibilidades expresivas de los niños, dialogando con ellos, orientando y proporcionando distintos instrumentos  (convencionales: pinceles, cartulinas.. ; no convencionales: cepillos de dientes, trozos de frutas...tecnológicos: fotocopiadora, ordenador...); distintos materiales y  formas distintas de extender el color, cada instrumento nos ofrece un acabado diferente.
Para que el niño se exprese, necesita un entorno favorecedor para que desarrolle su creatividad e imaginación. En todo niño hay un artista, pero no es artista como resultado de una creatividad permanentemente dispuesta a entrar en acción en cualquier situación, sino de otra que se pone en marcha cuando puede valerse de estímulos, de medios y es guiado  por un contexto interactivo favorable.
Hay que dejar a los niños que sean ellos mismos, que tengan individualidad, que sean capaces de expresar lo que piensan, lo que sienten, para que el día de mañana puedan desenvolverse en sociedad, que tengan su propio sentido critico y desarrollen un pensamiento divergente.
 Vamos a introducir en el aula, el concepto de búsqueda, de materiales, de contenido representativo:
no hay que olvidar que los niños tienen la necesidad de comunicar lo que sienten, un buen recurso en estas edades es a través de la expresión plásticas, ya que en la etapa de la educación infantil, las posibilidades de expresar sus emociones mediante la palabra son más limitadas.




El sol es energía, luz, calor, alegría, felicidad, esperanza: cada día sale el sol, marca nuestro tiempo, el paso de las estaciones marca nuestras rutinas....lo que genera una obra siempre es lo que yo siento, lo que pienso...ese es el contenido de la misma. Pero para poder representar algo primero será necesario generar un contenido representativo, mediante el diálogo a través de historias, estímulos de modo que el niño tenga algo que decir.
Destaca la importancia del factor emotivo, la calidad de la obra no se debe medir en función de la fidelidad a la realidad sino a que se medirá en función de que el niño represente lo que siente, para ello es necesario proporcionarle experiencias. También debo mencionar la importancia de observar el color y las formas de la naturaleza mediante la observación de la misma y enriquecer dicha observación mediante experiencias emotivas. A diferencia de lo que defendía Piaget, los niños no solo desarrollan esquemas simples, ni tampoco intentan reproducir lo figurativo, sino que a través de la experimentación y la elaboración de emociones llegan a la abstracción para hallar respuestas personales a sus problemas.

Creado por Catalina María Servera.

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